Cambiar bajante de la comunidad

La bajante de la comunidad es un elemento imprescindible de la red de saneamiento de aguas residuales de la misma. Y en ocasiones resulta inevitable tener que cambiarla. Quizás porque se descubre que fue creada a partir de fibrocemento con amianto, un material cancerígeno. Quizás porque sufre una rotura parcial o total que la inutiliza. Quizás porque conviene renovarla para gozar de unas mayores prestaciones. Sea como sea y teniendo en cuenta su localización cambiar la bajante de la comunidad es un procedimiento que requiere intervención profesional especializada.

Por qué cambiar la bajante

Como ya hemos apuntado anteriormente, son varios los motivos que pueden llevar a la administración de la comunidad a querer modificar las bajantes. Por desgracia, uno de los más habituales está relacionado con el amianto o el asbesto, un mineral muy tóxico para la salud humana empleado durante décadas.

De hecho, es relativamente sencillo toparse con bajantes fabricadas con amianto. Y eliminarlos no es solo un asunto de salud comunitaria, sino también una obligación en cierto punto: la normativa vigente que manda en España establece que los elementos de amianto deben retirarse al cumplir el total de su vida útil.

Cambio de materiales

El cambio de materiales del fibrocemento con amianto al plástico o a cualquier otro material no peligroso es un procedimiento que entraña sus riesgos. Después de todo el amianto nunca es tan amenazante como en el momento en que está siendo manipulado. Por suerte, los profesionales contamos con equipos de protección individual y medidas avanzadas para realizar la tarea con la mayor seguridad posible.

Rotura

La rotura es otra de las razones más frecuentes por las que una comunidad puede decidir cambiar la bajante en algún momento. Una rotura que, como cualquier otro tipo de tubería, puede ser por reventón, picadura o fisura. Diferentes incidencias que requieren diferentes soluciones. En muchas ocasiones en las alturas, ya que las bajantes recorrer todo el edificio en vertical y la rotura puede ser en cualquier tramo.

Renovación

Por último, cambiar las bajantes de la comunidad puede responder a una necesidad de renovación. Quizá no haya ocurrido ninguna rotura, pero tampoco tenéis que esperar a que pase para intervenir. Tal como dice el dicho popular, más vale prevenir que curar. Someted a inspección técnica la bajante de manera periódica y renovadla cuando sea oportuno. Os ahorraréis una enorme cantidad de problemas futuros.

Cómo cambiar la bajante comunitaria

Una vez conocemos los motivos más comunes para lanzarse con esta operación, merece la pena saber cómo cambiar las bajantes del edificio. En concreto lo primero que debemos hacer es una abertura en la zona en la que se encuentra la bajante. Es una intervención directa que requiere poder acceder a la misma.

Una vez hecho esto y en caso de que se encuentre muy deteriorada o contenga fibrocemento con amianto, el siguiente paso será proceder con la retirada de la bajante. Por último, se instala la nueva bajante de PVC o de cualquier otro material inocuo y se cierra la abertura. En ocasiones será necesario pintar la zona.

Quien paga el cambio de bajantes de una comunidad

La sustitución de la bajante de una comunidad debe ser afrontada económicamente por cada vivienda. Al fin y al cabo, se trata de un elemento comunitario que disfrutan todos los usuarios de la comunidad, el desagüe vertical general del edificio. En caso de aprobarse el cambio, nadie puede escabullirse del pago.

Un pago que suele ascender a una cantidad situada entre los 2.000 euros y los 5.000 euros normalmente. Es un proceso costoso. En edificios de muchas plantas, en las que es necesario instalar todo tipo de estructuras de trabajos verticales, el precio de cambiar bajantes de la comunidad puede llegar a los 9.000 euros.