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Guía sobre la prueba de estanqueidad

La estanqueidad es una propiedad de los sistemas que determina que tienen la capacidad de evitar que las partículas externas penetren en los mismos. Estas partículas pueden ser sólidas, gaseosas o líquidas. Es un término fundamental en la redes de saneamiento de aguas residuales y en las redes de abastecimiento. Y por eso existen una serie de pruebas destinadas a medirla. Es necesario garantizarla en todos los casos.

Qué son las pruebas de estanqueidad y para qué sirven

Una conocemos qué es la estanqueidad, resulta sencillo entender qué es una prueba de estanqueidad de tubería. En concreto, se trata de una serie de mediciones destinadas a garantizar que no existen fugas en la misma que puedan comprometer el edificio. Es una prueba que debe realizarse inicialmente en los sistemas en los que intervengan fluidos a presiones iguales o distintas a la atmosférica.

Además y más allá de la prueba de estanqueridad de saneamiento inicial también es necesario implementar este examen especializado cuando se detectan malos olores o humedades en un espacio. Por lo general, esto suele indicar que se está produciendo una fuga en algún tramo de la tubería. Y eso es algo que debería ser abordado y solucionado cuanto antes para evitar consecuencias más graves.

¿Cómo se realiza una prueba de estanqueidad?

En esencia, las pruebas de estanqueridad consisten en la introducción de sustancias en los sistemas para su detección o no fuera del mismo. Así podemos reconocer una fuga de inmediato. En ocasiones se introducen sustancias líquidas y otras veces sustancias gasesosas. Pero la finalidad es exactamente la misma.

En cualquier caso, y dentro de las pruebas de estanqueidad, podemos encontrar una amplia variedad, todos y cada uno de ellos idóneo para unas circunstancias concretas. De ahí que debamos realizar un análisis preliminar del sistema para determinar la opción más conveniente en cada caso específico.

Ensayo de vacío

El ensayo de vacío es una prueba de estanqueidad de cubierta en la que se introduce un líquido burbujeante en el interior del sistema. Posteriormente, se emplea una bomba de vacío para impulsar el líquido interior y ver si salen burbujas por algún punto. En caso afirmativo, significa que hay una fuga en ese punto.

Ensayo directo de burbuja

Es una técnica bastante similar a la anterior, solo que en este caso no utilizamos una bomba de vacío porque ya media oxígeno en el interior. La reacción con el líquido o gas burbujeante nos da la información que hace falta para localizar la fuga y certificar que no hay estanqueridad. Ya solo quedará sellar la fuga.

Ensayo de fugas de halógenos o helio

Esta prueba de estanqueidad de tubería hace uso de las sustancias halógenas para identificar las fugas. Para poder captar esos escapes, empleamos equipos detectores especializados. Es otro de los métodos comunes, debido especialmente a que el helio es inerte y muy barato. Ofrece muy buenos resultados.

Ensayo de medición de presión

En este caso, lo que hacemos los profesionales especializados es medir el volumen total de agua, la presión y la diferencia de presión en el tiempo. Si existe una diferencia significativa, es que hay una fuga en algún punto de la tubería o de la red de saneamiento de aguas residuales. Requiere aparatos de medición.

Prueba de tintas penetrantes

La última de las pruebas permitidas por la normativa de prueba de estanqueidad de nuestro país. Mediante ella, los expertos introducimos intas penetrantes en las zonas donde la presión es más alta. Si hay zonas con presiones muy bajas, la tinta se filtrará por ahí y sabremos que existe una fuga.

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