Reparar tubería PVC enterrada

Todos los tipos de tuberías de agua existentes pueden sufrir incidencias. Absolutamente todos. El frío, las obstrucciones, el mal uso de las mismas o el simple paso del tiempo puede provocar roturas en las mismas y generar un problema en la red de saneamiento de aguas residuales. La diferencia no está tanto en el tipo de material del que está fabricada la tubería como en su geolocalización. En este sentido, reparar una tubería de PVC enterrada entraña una dificultad añadida si queremos minimizar los daños estructurales./p>

Accesorios de reparación de tuberías

Por suerte, los profesionales disponemos de una gran variedad de accesorios de reparación de tuberías muy avanzados. Gracias a ellos, tenemos la posibilidad de arreglar estas estructuras enterradas sin la necesidad de realizar obras complejas en los inmuebles. Así, podemos evitar a los clientes muchas molestias y muchos euros invertidos en restaurar paredes y suelos. ¿Pero qué accesorios son esos exactamente?

Pues muchos. Como la abrazadera de reparación, la cual resulta idónea para tuberías de PVC, pero también para tuberías de fundición dúctil o de poliéster. Además, también encontramos el accesorio universal, el accesorio antitracción, la unión Gibault o el manguito de reparación de tres sectores. Lo importante es saber cuándo conviene emplear unos u otros según las circunstancias concretas de cada caso.

Tipos de roturas y cómo arreglarlas

Y esas circunstancias dependen esencialmente de dos parámetros principales. Por un lado y como ya hemos insinuado antes, la variedad de tubería. No es lo mismo intervenir una tubería con PVC que una tubería con amianto o asbesto. Y, por otro lado, del tipo de rotura que presenta dicha tubería enterrada. En el mundo de la pocería diferenciamos entre tres variedades principales.

De ahí que la parte más importante de la intervención de nuestro equipo sea el análisis previo. Lógicamente implementar las soluciones adecuadas con los accesorios técnicos adecuados resulta indispensable. Pero la realidad es que primeramente debemos conocer qué ocurre en la tubería con precisión. Y eso solo podemos conseguirlo con una inspeccióin detallada. Continuemos adelante.

Rotura neta, en redondo o tronchado

La rotura neta es una clase de rotura en la que el seccionamiento de la estructura ocurre por el plano más o menos perpendicular a la misma. También suele conocerse como ritura en redondo o rotura en tronchado y es una de las más habituales. Para reparar una tubería bajo tierra con rotura neta suele usarse la abrazadera de reparación con una anchura que cubra ampliamente la zona dañada.

Picadura

Otra variedad de rotura muy habitual es la picadura. Como su propio nombre indica, se trata de un agujero o varios agujeros en la propia estructura de la tubería. Suele ser producido por el uso de maquinaria de obras o por la propia corrosión del material. Nuevamente, la abrazadera de reparación acostumbra a ser muy útil a la hora de arreglar esta clase de incidencias.

Fisura o raja

En este caso hablamos de una abertura longitudinal en la superficie de la tubería enterrada. Y normalmente se produce debido a la acción exterior de maquinaria de obra o, en su defecto, a una sobrepresión sobre esa estructura de la red de saneamiento de aguas residuales o de la red de abastecimiento de agua. En bastantes casos, la abrazadera de reparación volverá a ser clave.

Reventón

Y llegamos al último gran tipo de rotura de tubería: el reventón, básicamente un estallido de la tubería como consecuencia de una gran presión. Aquí la solución es muy clara: eliminar el tramo de tubería dañada para, posteriormente, instalar un nuevo segmento. Esperamos haberte ayudado. Si quieres aprender sobre otro de los problemas frecuentes de las tuberías, los atascos, consulta nuestro otro artículo.